Por segunda vez en treinta años se presentarán dos listas de farmacéuticos en la elección de autoridades de nuestra Caja de Seguridad Social para Profesionales de las Ciencias Farmacéuticas (CAFAR).
La historia cuenta que CAFAR fue creada en el año 1983, a iniciativa del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, comenzando sus actividades en Septiembre de 1984, haciéndose eco de esta manera de la voluntad de sus representados, de contar con su propio sistema de Jubilaciones y Pensiones.
Nuestro Colegio de Farmacéuticos de La Plata saluda el ejercicio de la democracia participativa en nuestra comunidad farmacéutica, además la insiste en la necesidad de fortalecer los mecanismos solidarios de nuestras estructuras.
Sin embargo esa dinámica electoral del Colegio Central y las filiales, ha estado ausente en CAFAR, por eso casi las mismas personas se han mantenido en el poder durante 30 años, lo que evidencia lo poco democrática que puede ser la institución.
Por ello hemos cuestionado la ausencia de CAFAR en catástrofes como la inundación de La Plata y lo alejada que ha estado la Caja en la difícil situación económica que en estos tiempos sufren los farmacéuticos.
Hace muchos años que la dirigencia de CAFAR no responde a nuestras necesidades y esta manera de gobernar no le sirve ni al activo, ni al pasivo.
Lejos esta de ser una Caja a la altura de las circunstancias, en beneficio de sus afiliados, que son los que aportan para que exista.
Sin farmacéuticos activos no existe la Caja.
Con la presencia de las dos listas, también auspiciamos un cambio en las políticas de las entidades en lo que se refiere a sostener la propiedad de las farmacias en manos de farmacéuticos.
Esperamos que se produzcan debates e intercambios de ideas que nos permitan elegir a los mejores hombres y mujeres para administrar los recursos en beneficio de todos los colegas y nos garanticen un retiro digno de nuestra práctica profesional.