Como todos los años, la inminencia de la finalización del convenio por la cobertura de los medicamentos a los afiliados de PAMI trae a nuestras Farmacias las preocupaciones y discusiones de siempre. La viabilidad del contrato en condiciones similares, la rentabilidad de las Farmacias y seguir garantizando el acceso a los medicamentos a nuestros pacientes son los principales factores que desvelan a los Colegas.
A fines de 2021, la Industria a través de las tres cámaras CILFA, CAEMe y COOPERALA, cerró un convenio para la compra de los medicamentos por parte del PAMI y, ahora es tiempo que la COFA se siente a negociar nuestras condiciones para poder seguir adelante con las prestaciones.
Estamos a menos de dos semanas que comience el mes de marzo y ninguno de nosotros tiene información, no ha habido reuniones con los colegios locales. Esperamos, o deseamos, que este año no suceda lo mismo que en otras ocasiones; necesitamos que las voces de los colegas sean escuchadas y tenidas en cuenta.
Ya lo hemos dicho en reiteradas oportunidades, creemos que es tiempo de que comencemos a plantear inquietudes, opiniones y reflexiones. Es tiempo que comencemos a trabajar desde las bases para hacernos fuertes y poder luchar por nuestros derechos, poder influir a la hora de firmar los acuerdos y actuar en consecuencia si no nos sentimos representados. No debemos olvidar que en estos momentos también se define la economía de nuestros establecimientos.
Alcemos la voz
En este sentido, queremos compartir los planteos que un Colega nos hizo llegar a la Filial sobre esta misma preocupación que todos manejamos. “El servicio farmacéutico está plagado de injusticias, tanto profesionales como económico-financieras, el solo hecho de confundir el acto profesional con el cortar y pegar troqueles hace que se devalúe nuestro quehacer”, plantea al tiempo que agrega “cuándo nos entregamos (o entregaron) a la realidad actual. Cómo se llega al precio del medicamento si aquel a quien le brindamos un servicio pone el precio arbitrariamente, sin ninguna lógica, cómo se puede planificar una estrategia si no sabemos a ciencia cierta que recuperaremos de ese costo inapelable”.
“Dónde está la explicación de que de la diferencia entre el PVP PAMI y el PVP recuperamos el 70% con una nota de crédito. ¿Y el 30% restante quien lo pone?, ¿cuánto es ese 30%?, ¿somos las Farmacias las que debemos ser variable de ajuste?”, se pregunta.
“Además no dejemos de lado la retención de la obra social sobre el 100% de lo facturado. Colegas, el margen de la farmacia ha caído en los últimos años a una cifra preocupante, ya es insignificante para tamaña responsabilidad (interpretar, aconsejar, dispensar) y una mal paga remuneración para todos los años de estudios y capacitación, exijamos lo nuestro y pensemos si no es momento de patear el tablero y hacernos valer por lo que somos, profesionales universitarios de alto grado como fuimos formados, no simples corta y pega troqueles”, finaliza el Colega.
Nuestra mirada
Pensamos que hay ciertas variables que pueden ponerse en juego a la hora de negociar con la Industria y que nos permitan trabajar en el marco de un convenio que no sea visto como un mal necesario donde no se pierde, pero tampoco se gana demasiado.
Consideramos que es necesaria una recomposición del precio del PVP para que realmente siga el aumento de la inflación ya que la brecha fue acrecentando y hoy la rentabilidad del convenio es muy baja. Gestionar una baja en la bonificación como así también una revisión del modo en que se realizan los débitos; negociar algunos espacios y tareas que se fueron cediendo con la implementación de la receta electrónica y en la campaña de vacunación antigripal 2021; trabajar con las droguerías para que den más plazo a las Farmacias para la realización de los pagos, son alguna de las propuestas que los farmacéuticos nos acercan día a día.
Esperamos que estas voces también sean escuchadas.